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    miércoles, 15 de julio de 2009

    Sobre cómo la música puede cambiar el mundo.

    Publicado en http://www.luisfloresmusica.com


    Una vez leí a Neil Young diciendo “la música no puede cambiar el mundo”, por un momento me dejé llevar por la imponencia de quien decía las palabras, “tantos años en la música le han de dar algo de razón” pensé. Pero después dije “¡No!”. ¿Cómo un artista puede ser ajeno al poder de cualquier obra de arte? Neil Young dice que si algo va a cambiar el mundo ha de ser la ciencia, la física y la espiritualidad, pero no la música. Y yo le respondo ¿y qué la música no es ciencia? ¿qué la música no es física? ¿qué la música no es espiritualidad? La música ha cambiado el mundo desde siempre, lo sigue haciendo el día de hoy. Por ejemplo, lo hizo hace unos días en el memorial de Michael Jackson, aunque me cueste aceptarlo.

    Para ser honesto había sido totalmente insensible a la muerte de Michael Jackson. Al momento en que me enteré de su muerte me resultaban completamente predecibles todas las manifestaciones de luto que siguieron en los días posteriores. Desde la hora en que falleció sabia el fenómeno social que se avecinaba en todo el mundo; y yo, que soy un artista intelectualoide con posgrado en psicología, no me iba a sumar a ésta irracional catarsis colectiva resultado de la muerte de una estrella pop de calidad moral cuestionable. Entendía lo que iba a suceder porque se trataba de un cantante que había viajado por el planeta entero durante más de treinta años, que había sido adorado por varias generaciones, y que había trascendido con su música y sus extravagantes producciones fronteras mentales de religión, ideología social y razas. Así, realmente ninguna de las manifestaciones multitudinarias que han ocurrido desde su muerte me han sorprendido, todo lo había esperado, todo lo veía venir con mi ojo de psicólogo social engreído, todo a excepción de mi propia reacción el martes pasado mientras observaba por CNN.com el memorial que hicieron en Los Angeles.

    Con un poco de soberbia y morbo abrí la página de CNN. Durante todo el memorial personalidades subían y bajaban del escenario, productores, actores y deportistas, subían cantaban o daban un speech, todos con cara de culo de vaso (como diría Sabina). Para algunos fue el pináculo de su carrera. Todos decían que amaban a Michael, todos decían que él era su amigo, y yo no le creía a nadie, ni a Brooke Shields. Porque Siempre que alguien se muere es lo mismo. Todos dicen que aman al muertito y que ellos como nadie lo van a extrañar. Si los muertos hablaran habría menos hipócritas en el mundo, sobre todo si hablaran los muertos ricos. Todo era una farsa, lo más sincero, tal vez, la presentación de Stevie Wonder y la canción que canto su hermano Jermanie. De ahí en fuera todo era patético. Hasta que empezó "We are the World".

    Mientras veía mi computadora y tarareaba la canción, me saltaban los recuerdos. La primera vez que la oí fue cuando me la tuve que aprender para un evento de la primaria. Alguien dentro de la congregación de hermanos lasallistas que dirigían el colegio donde estudiaba había decidido usar ésta canción para que todos los estudiantes de primaria la cantaran en el patio de la escuela en una ceremonia para papas. En ese entonces el mensaje de su letra paso inadvertido, tal vez porque estaba en inglés. Sin embargo durante el memorial, mientras oía la letra, pude entender un significado más profundo que el que alguna vez había logrado razonar, era una canción de paz y concientización.

    Y luego reaccione ante lo evidente. Yo no era el único que estaba tarareando esa canción. Estaba solo en mi cuarto frente al escritorio, pero era uno de los tantos millones de personas que siguieron la transmisión, y todos tarareábamos al mismo tiempo que éramos un solo mundo, y que éramos niños. Me quedé estupefacto ante la belleza de la situación, deje de cantar la canción y me lleve las dos manos a la nuca. Vino la pregunta a mi cabeza ¿puede la música cambiar la historia del mundo? Me acordé de Neil Young. Empezaba a procesar mi reflexión cuando empezaron a tocar “Heal the world”. Más memorias inundaron mi cabeza. La primera vez que oí “Heal the world” ya era un adolescente y estaba en mi época de Michael Jackson. La ponía en mi radio una y otra vez y no me cansaba de escucharla. Iba a mi diccionario para entender las palabras que no sabía, “para ti, para mí, para toda la raza humana”, los coros, las percusiones, todo estimulaba mi oído inmaduro a la música. Y de nuevo la reflexión, todas esas millones de personas, cantando en ese mismo instante “Sana al mundo, hazlo un mejor lugar”. Todos esos hombres y mujeres en sus oficinas, en sus casas, en sus escuelas, en los hospitales, los bares, las cárceles, en sus carros, en el super mercado repitiendo “Si te preocupas suficiente por lo que está vivo, haz un mejor lugar para ti y para mi” Tal vez algunos no sabían de que se trataba la canción, no todo mundo habla inglés, pero estoy seguro que todos entendían que era una canción de amor. De siete mil millones de personas que vivimos en el mundo, mil millones vieron el memorial alrededor del planeta, mil millones de personas oyendo una canción de amor al mismo tiempo. Sólo pensarlo me conmueve hasta las lágrimas.

    Fue entonces que me dio lo mismo la hipocresía de la farándula, los intereses envueltos en el evento, y el fanatismo colectivo por la muerte de una estrella pop. Algo paso con la muerte de Michael Jackson que lo estaba trascendiendo en la historia para siempre. Porque estoy seguro, muy seguro, que el mundo no es el mismo después de Michael Jackson. Y me van a acusar de loco, exagerado, imbécil, fanático. No importa, estoy seguro de lo que estoy diciendo. Y entonces dirán ¿un artista puede cambiar el mundo?¡ Y yo les contesto sí, un artista puede cambiar al mundo. Y preguntarán: ¿Michael Jackson? ¡pero si estaba loco! La historia no la hacen los cuerdos. Hay gente que pasa por el mundo y lo cambia, Michael Jackson es uno de ellos. Sólo imaginen todas las historias que comenzaron el día del memorial, la gente que por su propia voluntad se salió del trabajo para ir a un bar a ver el evento, aquellos que fueron a los Ángeles dejando atrás todo lo que tuvieron que dejar atrás. ¿Cuánta gente se conoció ese día?, ¿cuánta gente se enamoró ese día gracias a eso?. No me cabe duda que el mundo es distinto después de la muerte de Michael Jackson. Además, no solamente fue lo que sucedió el día del memorial, fue toda su historia artística. Es decir, si Michael Jackson esta trascendiendo en la historia del mundo no es por su persona, no es por su máscara, es por su música, su arte. Es la emoción que provoco en la gente durante toda su vida lo que lo hace ser distinto, es el mensaje de paz y amor constante en todas sus obras lo que lo hace escribirse en la historia.

    No es el primero que lo ha hecho. Otros músicos han cambiado la dirección del mundo. ¿Qué sería de éste mundo sin Imagine? Yo les juro que no estaría en donde estoy escribiéndoles sino es por esa canción. Ella me ha inspirado a hacer cosas que de otra forma no hubiera hecho. Y yo soy sólo uno, ¿cuántos más han sido receptivos al mismo mensaje? ¿La música puede cambiar el mundo? ¡sí! ¡sí puede!. ¿Dónde estaría el mundo sin el Himno a la alegría y sin la Marsellesa?. ¿Si no hubieran existido Mozart, Bach y Beethoven?, viviríamos en otro mundo, como en una de esas realidades alternas en Volver al Futuro 2.

    "Al mundo no lo puede cambiar el arte” dice el artista incrédulo, yo no alcanzo a comprenderlo ¿cuán vacío hay que estar para creer semejante aberración? Al mundo no lo ha cambiado la ciencia, no lo ha cambiado la física, no lo ha cambiado el derecho o la política, no lo han cambiado las guerras, no lo han cambiado las religiones; al mundo lo ha cambiado la emoción, el sentimiento, el corazón, la pasión y el amor u odio por un ideal, todo eso es el motivador innato, intrínseco de la humanidad y de todas las batallas y los libros. ¿Qué ha cambiado al mundo? La necedad de defender un sueño, un amor, una pasión, una emoción ¿Y qué más emoción que una canción?, ¿y qué más pasión que cualquier obra de arte? ¿La música ha cambiado al mundo?: sí. Si una canción ha inspirado a alguien a cambiarse de país, a vestirse diferente, a leer un libro nuevo, o a declarar su amor por más absurdo que suene; si una melodía a motivado a que alguien aprenda a bailar, a tocar un instrumento, o a estudiar una profesión: pues por supuesto que la música ha cambiado al mundo. Entonces ¿Micahel Jackson cambió al mundo? Sí, sí cien veces.

    Ahora pienso ¿cómo puedo yo cambiar el mundo? Yo Luis Flores, un artista que al día de hoy sólo es conocido por sus amigos. No tengo el público de Michael Jackson, ni de John Lennon, el día que yo me muera no creo que mil millones de personas canten una canción mía. ¿Cuáles son mis esperanzas de cambiar al mundo con mi música? No lo sé, pero algo he de lograr. Para empezar desde hace tiempo he decidido escribir más canciones con finales felices. Al principio de mi vida de escritor me era más inspirador el dolor que el amor, la frustración que la felicidad. Pero ahora no quiero ser recordado como un artista que pone a su público triste, no quiero trascender así. Cambiaré el mundo el día que haga pensar a alguien sobre su propia vida, el día que arranque una sonrisa con una canción, el día que logre que alguien piense “creo que puedo hacer las cosas mejor”, entonces será ese instante como el inició de una vibración que llevará a que otras cosas vibren en la misma intensidad, y que contagiará con su energía el espacio que toque. Será ahí cuando cambie el mundo, tal vez 50 años después de mi muerte nadie se acuerde de mí, pero lo que sea que haya hecho seguirá vivo.

    1 comentario:

    1. La música instrumento de vida. Crea, genera y regenera.

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